El Manierismo
El Manierismo se caracteriza por el uso de modelos muy plásticos, figuras exageradas, a menudo con posturas forzadas, un irreal tratamiento del espacio, con frecuencia de efectos dramáticos, y una aparente elección arbitraria del color. Supone el rechazo del equilibrio y la claridad del renacimiento en busca de composiciones más dramáticas y complejas, y el deseo de efectos más emotivos, de mayor movimiento y contraste. En este aspecto, anticipó el barroco que se desarrollaría hacia el año 1600. El manierismo no fue una reacción contra los cánones del renacimiento, sino que creció fuera de él, cultivando casi en exceso el estilo ( maniera, en italiano, palabra utilizada en su origen por Vasari) con el que la figura humana era tratada por los últimos maestros italianos como Rafael y Miguel Ángel, cuyas obras proporcionaron el impulso para su desarrollo. Así, el Juicio Final (1536-1541, Capilla Sixtina, Vaticano) de Miguel Ángel coincide con la obra de algunos pintores man...